lunes, 21 de febrero de 2011

Ancestros y la inteligencia del sistema inmune



Según los ancestros de diferentes partes de nuestro mundo, nuestro cuerpo es
sintiente y pensante. Por ejemplo, en el caso de los ancestros de las tribus
australianas, cuando una persona se hiere o enferma, la tribu se reúne a su
alrededor junto con el enfermo y le canta pidiéndole perdón a la herida o
parte afectada. Y esta entra, automáticamente, en remisión y se dan
curaciones milagrosas.

Lo mismo ocurre en las asombrosas curaciones de los kahunas o médicos magos
hawaianos, estos entran en oración directa con la parte afectada pidiéndole
perdón …en un acto de oración donde se involucran ellos, el paciente y todas
las vidas durante las cuales ellos se han encontrado e involucrado con esa
persona….y se dan curaciones consideradas milagrosas.

En el conocimiento ancestral Inka, todo es reciprocidad. Uno enferma cuando
se llena de energía pesada o “hucha”, por tener actitudes egoístas y no
dejar fluir el “sami” o energía ligera. Por ello, en las curaciones se pide
a la parte del cuerpo que se armonice con la pachamama y permita que el
bloqueo de se equilibre. Y la persona sana.

En el caso de los Lakotas, en el norte, al cuerpo se le habla para
informarle que una medicina va a curarlo, y a la medicina también. Y,
lógicamente, las personas sanan.

Como vemos, tomando algunos casos de medicina ancestral, llegamos a una
interesante conclusión: Los ancestros aceptaban a las partes de nuestro
cuerpo como un ser completamente inteligente y autónomo del cerebro… eso,
durante los últimos siglos, se tomó como franca superchería o superstición…
pero veamos ahora los descubrimientos más recientes de la ciencia… te vas a
quedar estupefacto.
La sabiduría del cuerpo es un buen punto de acceso a las dimensiones ocultas
de la vida: es totalmente invisible, pero innegable. Los investigadores
médicos empezaron a aceptar este hecho a mediados de los años ochenta.
Anteriormente se consideraba que la capacidad de la inteligencia era
exclusiva del cerebro, pero entonces se descubrieron indicios de
inteligencia en el sistema inmune y luego en el digestivo.

LA INTELIGENCIA DEL SISTEMA INMUNE

La Dra. Candece Pert descubrió (y luego lo confirmaron otros científicos), que
existen tipos receptores inteligentes no sólo en las células cerebrales,
sino en todas las células de todas partes del cuerpo (les llamaron en un
principio neuropéptidos).

Cuando comenzaron a observar las células del sistema inmunológico, por ejemplo, las que protegen contra el cáncer, las infecciones, etc., encontraron receptores de los mismos tipos que en el
cerebro. En otras palabras, tus células inmunológicas, las que te protegen
del cáncer y de las infecciones, están literalmente vigilando cada
pensamiento tuyo, cada emoción, cada concepto que emites, cada deseo que
tienes. Cada pequeña célula T y B del sistema inmunológico, produce las
mismas sustancias químicas que produce el cerebro cuando piensa. Esto lo
hace todo muy interesante, porque ahora podemos decir que las células
inmunológicas son pensantes. No son tan elaboradas, como lo es la célula
cerebral que puede hacerlo en inglés o castellano, pero sí piensa, siente,
se emociona y desea, se alegra, se entristece, etc. Y ello es la causa de
enfermedades, de stress, cáncer...etc.…cuando te deprimes entran en huelga y
dejan pasar los virus que se instala en tu cuerpo.


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